Merkel y Schulz alcanzan un acuerdo de gobierno en Alemania
Las negociaciones entre conservadores y socialdemócratas se prolongaron más allá del plazo inicialmente previsto, que concluía el domingo.
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Después de una reunión de casi 24 horas en la sede de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en Berlín, fuentes de los equipos negociadores citadas por 'Der Spiegel' señalaron que se han superado las principales discrepancias y se ha acordado el reparto de los ministerios, aunque falta cerrar definitivamente algún punto.
Los socialdemócratas asumirán previsiblemente, entre otros departamentos, los ministerios de Asuntos Exteriores, Finanzas y Trabajo. El acuerdo puede acabar con un largo período de incertidumbre política en Alemania, después de que en noviembre fracasara el primer intento de Merkel, una alianza con liberales y verdes.
Pero este pacto todavía debe ser refrendado en una consulta vinculante a la que están llamados los cerca de 464.000 militantes socialdemócratas, más 24.000 de ellos afiliados desde principios de año.
Está por ver cuántos de ellos han atendido la llamada de las juventudes socialistas, que pidieron nuevos afiliados para votar "no" a la gran coalición con Merkel.
Las negociaciones entre conservadores y socialdemócratas se prolongaron más allá del plazo inicialmente previsto, que concluía el domingo.
"Compromisos dolorosos"
Angela Merkel, líder del bloque conservador, admitió ayer, al inicio de la última jornada de reuniones, que se necesitarían "compromisos dolorosos" por ambas partes y se mostró "dispuesta" a afrontarlos si las ventajas predominaban sobre las desventajas por "el bien del país".
Martin Schulz, líder del Partido Socialdemócrata (SPD), por su parte, aseguró tener "buenos motivos" para suponer que alcanzarían en esta jornada "decisiva" unos "resultados buenos, constructivos, sólidos y compartidos" para Alemania y para conformar un "gobierno estable" y "duradero".
Las conversaciones con el SPD han sido asimismo complejas porque, tras su debacle en las elecciones de septiembre, los socialdemócratas habían rechazado reeditar la gran coalición de la pasada legislatura (2013-2017).
Entre numerosas presiones, Schulz dio un giro de 180 grados, negoció un preacuerdo con Merkel y convenció a su partido en un congreso extraordinario de que se debían iniciar conversaciones formales, aunque sólo el 56% le dio la luz verde.